14/2/23


A Carina Margarida Valente.


14 DE FEBRERO DE 2023




El pájaro azul de la mañana

va de tus ojos a mi boca.

Me has leído las manos
maga de la frontera
y has visto un río de vida
y el afluente de tus sueños.

He jugado mil años con la arena de tus cabellos,
tu cintura
es el círculo del mundo,
tu vientre la tierra de los caminos de vuelta.

He llenado el alma de huecos
para que juegues por túneles luminosos
y me des de comer el aire de tus ojos.

Di la vuelta a la ciudad del agua de tu corazón
y salían prímulas
y pensamientos de los pliegues azules del amor.

Los perros de las estrellas
saltaban de una a otra,
de Eta Carinae
a la nebulosa
de Homúnculo.

19/12/21

TORMENTA SOLAR [poemas]

 

como los

árboles

llenos

de nieve

he estado

en

todas

las

cosas,

 

pero las palabras

no tienen sombra, ni cuerpo,

 

son

el Tamashī,

 

el ojo se pudre

de mirarlas.

 

 

 

 

 

tormentas nocturnas, les abres la puerta, no puedes guiarlas, se mueren solas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Carta, Passy 2 de noviembre.

 

luna fría de Passy, en sus caries de arenisca caliza pájaros abisales, infinitas subidas en ascensores oscuros en caída vertical, paredes de hielo azul, tú  yo, con el sol un triángulo de alturas conmensurables y empinados mundos en la llanura adyacente, el paso de Annecy.

 

eso, esto

¿es

lo que te lleva tan abajo?

atado al

nombre

un as de guía

a la gaza simple,

 

es puro

el silencio de la muerte.

 

 

 

 

 

 

 

en A.

 

en casas de amigos, por cama

un tatami, por techo un cielo

noruego, mis años en A.

eternos, en pocos años

casi la eternidad ¿he

tenido dos vidas

confluyendo

hacia hoy?

 

 

 

 

 

he aquí el mamut de la muerte dentro del sol fundido en un millón de pájaros.

 

 

 

 

 


 

raves

 

una piedra hundida en el agua pesa menos y los músicos golpean piedras bajo el agua, son los instrumentos del futuro, delfines que me como después de ronquear triptaminas, y orilladas, como las tejas contra la pared antes de entejar el abismo,

 

oigo las luces

y tú la oyes,

 

no las vemos,

 

purgadas de vida las hojas

 

pesan acaso el doble

de lo que son.

 

 

 

 

 

 

 

lee

el

cielo,

los campos giran,

los poemas son refracciones, le goût de la mer

en le sel du mal, guía

al charrán, esas flores

son flechas, en lenguaje

alpino Pfeilen, el resto

abono, culpa.

 

 

 

 

 

 


 

intemperie

 

las noches oscuras, las miles de noches oscuras, añiles, marinas que se han llevado el mundo y el mal, miles de noches cerúleas, azul almirante, puras como niñas que abrazan el sol, se queman allí y van más, muchas, miles, hay un camino encharcado, la música fría del amor deja de sonar en el sol, y los pájaros ¿qué son? pollos de luz, tori, pólipos que guardan solecillos, bultos negros con pelos azules, he hecho nidos en un taller, engarcé el triunfo a la desgracia, hice un aro con ramas de estrago, no hay reglas, de la muerte coges los deshechos, casi todo lo deja sobre la tierra.

24/9/21

17/1/21

POEMA INEDITO: MIGUEL ÁNGEL CURIEL

 

Fotografiaba todos los años ese mismo paisaje

a la misma hora y desde el mismo punto.

 

El poema lo hace una sola vez

y va de afuera a adentro,

es una inversión de luz.

 

Es como reencarnar el alma con ramas secas.

 

Un año la nieve y la luz,

otro la niebla,

 

mientras llueve el instante es eterno

y se desordena todo.

 

La noche es lo inverso,

las vísceras del ángel brillan en el pozo,

 

se duerme bajo el mar de la ciudad,

en los taxis negros en una estación de mármol.

 

Es lo inverso.

¿Qué se le pide?

 

La luz guía hacia el origen, nunca llegas,

entonces le pides que se acerque.

 

Se llama encuentro al ir y que venga,

pero incluso así ocurre lo paralelo,

 

dos movimientos hacia el nunca,

dos flores iguales salen a la vez a distinto tiempo

 

sobre la sucia nieve

vuelve a caer la nieve,

la redundancia de lo ligero,

 

es una labor opaca, frágil,

se colma,

y cuando ves el círculo de hierba bajo ciertos árboles que guardan en sus raíces el calor y unas huellas blancas hacia ellos desaparecer

 

se oye a alguien decir

 

Soy un junco,

peor,

 

la sombra

de un junco en la nieve,

 

peor aún,

 

de noche

sólo

el junco.

 

[…]

30/12/20

poema del 31 de diciembre de 2020, miguel ángel curiel

 

En el bosque se está sólo con toda la familia. Tras el tufo de un animal muerto. Luz y azul en mi lengua están solas. Yo las junto. Nieva caro futuro. Los caminos están debajo. Los árboles guían. Como el poema te pierdes mío carísimo, y yo el sol tras el himen. Mi cuervo entra en el mar. Lo filma mi hija. Me filma, me alejo. El ojo es su enfermedad. La paloma  cortada en dos en el agua. De María del tiempo, negra por el color de la frente. Me han velado las velas, una caída se consume como una vida en nadie. Capas de nieve, Enttäuschung. Entre una y otra los días, las noches. Sin llegar al mar. Dios es más oscuro al ir, y le hablas de ti. Entre capas de nieve el miedo azul. Por las veces que llueve y nieva es mejor retraerse, mirar más lejos. Hablé con un arqueólogo de nieves, una tras otra las veces que he amado se posan en las capas de miedo. Es una oscuridad blanca el amor y la muerte. El angyal de Jaraíz se quema en la noche. Entré en una casa, el falso techo del poema. Arrecia, las ramas echan pelo.

 

[De excursión]

25/11/20

POEMAS de miguel ángel curiel, 25 de noviembre de 2020.

 

“Habito la posibilidad”

Emily Dickinson

 

No se puede seguir la luz al ir hacia el sol.

 

Pasos hacia atrás en la arena.

 

Humo de ramas verdes

arrastrándose por la tierra.

 

El poema seco que oí

es mío,

 

sigue secándose.

 

Trazar es zeichnen.

 

En las aguas la estela del avión negro,

en el cieno pájaros.

 

Lo que se remueve vive,

se excita

y vuelve a ser.

 

Te escribí un poema rugoso

como el tronco del fresno,

 

-emerges de el-

 

Las palabras no servirían

más que para vivir dentro de ella un tiempo.

 

Siempre salen flores de la arena estéril

y un pájaro escondido en la hierba

canta

el mismo

canto de la muerte

 

que la vida imita desde lo lejano.

 

La madera quemada es el testimonio.

 

Con luz propia en cada cosa se refleja

 

y del Stilnox entre sueños

la sombra del danzante en la pared.


[...]











Hace mucho

que no

digo

yo

sobre

un puente

de

tablas podridas. En el lodo brilla la sucesión de días.

 

La ausencia la marcan los fresnos desnudos.

 

Inundables dentro de poco

emergerán del cielo.

 

Se

disuelve en el agua un puñado de tierra.

 

Icarus

aquí sería un sol sin días para la muerte.

 

De las hojas trabadas

y de las palabras que se pudren

sale humo.

 

Ya no puedo leerte,

ni orar a tu lado.

 

El sol se clava.

El ojo se cierra

y en él se purga el cielo.

 

Así todo queda abierto,

y se aligera lo que subyuga

 

 

[Un puñado de tierra]

 










 

[Stilnox]

27/10/20

27 de octubre de 2020, miguel ángel curiel [poème]

 

La ausencia la marcan

los fresnos desnudos.

 

Inundables dentro de poco

emergerán del cielo.

 

Allí en la linde

se separan nuestros cuerpos.

 

Alguien tiene que elegir

entre dos palabras,

 

la vida desborda el poema,

es lo que se pierde en la tierra.

 

Sólo se vuelve desde el sol,

pasos hacia atrás

por un campo de asteroides calientes.

 

Se disuelve en el agua un puñado de tierra,

 

el polvo flota.

 

Cierzo luminoso,

que poco te decimos,

 

pules el cielo,

 

del yo arrancas las chispas,

 

la luz se oye dentro de las malas hierbas.

 

Rompe el hielo,

el poema

es la grieta

 

que se abre.

 

[poéme]